Los gerentes y líderes de todo tipo de organización saben perfectamente que dentro del arsenal de herramientas y hábitos que les permiten influir positivamente en sus equipos y conseguir resultados con la participación activa de todos, el súper poder se llama: “predicar con el ejemplo” o en inglés “walk the talk”.
La gente sigue a líderes en los que confía. Cuando un líder muestra a su equipo con sus acciones diarias cómo dar vida a los valores y propósito del equipo y al mismo tiempo cómo lograr los objetivos del negocio y de la organización, el equipo lo sigue.
Desarrollar las capacidades (skills) para liderar y gerenciar a los empleados hacia el éxito requiere capacitación y motivación.
Un líder puede ser consciente y capaz y no estar comprometido al 100%. Casi siempre es porque falta pasión, falta un sentido de propósito. La gente sabe qué hacer, sabe cómo hacerlo, es capaz de hacerlo, pero se queda corto en entusiasmo, energía y persistencia. Una gran parte de lo que hace a un buen líder es la capacidad de motivarse y de motivar a los demás.
La otra parte es ofrecer entrenamiento continuo, bien planeado y ejecutado. Una buena educación en liderazgo le enseñará cómo nutrir a los empleados y capacitarlos adecuadamente.
Recuerde, el equipo espera que usted lidere con el ejemplo, muestre orientación y fortaleza e inspire a quienes lo rodean. Si espera que su equipo avance hacia la grandeza, usted debe hacer lo mismo. Establezca su plan de crecimiento como líder y como gerente. Y luego, colabore y defina con los miembros del equipo estándares impecables de excelencia, que puedan seguir con el soporte del entrenamiento necesario, con su acompañamiento como líder y con un enfoque equilibrado hacia la exigencia y la empatía.
FORMAS DE PREDICAR CON EL EJEMPLO
Ensúciese las manos, salga al campo de juego: como gerente, no puede liderar desde las tribunas. Necesita estar involucrado en el trabajo y conocer con cierto detalle los “secretos” del negocio. Trabajar junto a su equipo ayuda a generar confianza al mismo tiempo que amplía sus propias habilidades y conocimientos.
Escuche a su equipo: con la capacitación adecuada sobre retroalimentación (feedback), su equipo debería poder ofrecerle perspectivas y sugerencias de mucho valor. Escúchalos y pida sus comentarios con regularidad. Cuando corresponda, utilice esa retroalimentación para mejorar los procesos o métodos.
Cuide sus palabras: siempre tenga en cuenta lo que dice y quién está escuchando. Apoye a todos los miembros del equipo y brinde orientación individual en un entorno privado.
No controle demasiado a su equipo: una vez que haya comunicado la visión, el valor y los objetivos, dé un paso atrás. No necesita controlar todos los aspectos con un equipo motivado, entrenado y con el cual usted ha compartido su pasión y congruencia.
Asuma la responsabilidad de los errores: los buenos líderes asumen la responsabilidad del equipo, incluso si fue otro miembro del equipo quien cometió el error. Y cuando son errores del propio líder, no desperdician la oportunidad y los reconocen de inmediato delante del equipo para generar un efecto de “dignificación” del error, y relacionarlo con el aprendizaje y el crecimiento.
EL IMPACTO DE SU EJEMPLO
En la práctica, los empleados reciben una gran parte de su entrenamiento práctico y de vida real, por parte de su gerente, lo que se complementa perfectamente con programas formales de capacitación Por eso, buscan jefes a los que pueden admirar, respetar y de quienes pueden aprender.
La gente quiere aprender de los líderes que se interesan en su desarrollo, que les ayudan a profundizar sus habilidades existentes y a aprender otras nuevas. Con un enfoque grupal pero también individual.
La inspiración proviene en gran medida del líder. La energía y el entusiasmo son contagiosos. Eso se esparce por la organización. La repetición es clave para esa comunicación. Los líderes eficaces dedican tiempo a comunicar las visiones y propósitos de la organización. Así mismo, tratan a las personas con respeto y compasión, crean vínculos y lealtad, muestran consideración por las necesidades de los seguidores, tienen una visión sólida y predican con el ejemplo.
ENTONCES, SI QUIERE LIDERAR EFECTIVAMENTE CON EL EJEMPLO…
No le pida a un subordinado que haga algo que usted no está dispuesto a hacer. Si su equipo no puede recibir llamadas personales durante el horario comercial, usted tampoco las recibe. Si pide que todos estén atentos cuando otros expresan puntos de vista, usted hágalo también. Si la regla es que todos salgan de la oficina antes de las 5 pm, haga lo mismo. Sea un ejemplo como el buen gerente y líder que usted es.
No se haga el ciego sobre sus propias oportunidades de mejora. Los buenos líderes están dispuestos a reconocer sus debilidades para que no se conviertan en un problema. Los mejores líderes trabajan de manera coherente con su personalidad, pensamientos y sus habilidades. Hacen un gran trabajo porque son quienes son. Y siempre, por lo tanto, están trabajando en su manera de pensar, sus valores y sus conocimientos. Se entrenan y son coachados. SER x HACER = TENER.
En definitiva, para liderar eficazmente, siga usted primero las reglas que estableció para su equipo. Practique alentar a sus empleados con inspiración y entusiasmo. Mire hacia adentro para determinar sus propias fortalezas y debilidades. Y trabaje cada día con humildad y alegría, sin detenerse nunca, para convertirse en un líder y gerente más fuerte y exitoso.
Basado en Universidad de Notre Dame
¿Qué acciones tomarás en tu negocio y en tu vida, en este sentido?
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